martes, 30 de septiembre de 2014

No hay manera de evitar lo inevitable

Si bien me río de mis "accidentes", últimamente mi novio, que tiene el privilegio de ver la gran mayoría en vivo y en directo, no me deja hacer nada.
Si estamos en un patio de comidas y yo agarro la bandeja, me saca los vasos diciendo "mejor evitamos accidentes, no? ;)".
Ya no tengo permitido tocar su cámara de fotos desde que me dijo "veo que todo se te resbala de las manos".
Si quiero tomar agua en su casa, tengo que hacerlo en la cocina, bien LEJOS de cualquier aparato electrónico.
Cada vez que me pongo zapatos altos me pregunta "¿por qué no te pones zapatillas mejor?", recordando probablemente las numerosas veces que terminé abrazando el piso de distintos lugares.
Cuando cambió su computadora juraría que no quería que la toque.
Desde que me caí en las escaleras de una sala de cine durante la función noto una gran resistencia cada vez que propongo ir a ver alguna película.
Este invierno tuve un traumatismo de cráneo haciendo snowboard, así que supongo que tampoco vamos a volver a ir al cerro juntos.
Probablemente le lleve un tiempo más entender que con o sin bandeja, los vasos se me caen igual, o en su defecto, si están apoyados en la mesa, los tiro mientras hablo gesticulando con las manos; que cada vez que agarro algo suyo pongo tanto empeño en que no se me caiga que lo agarro con muchísima fuerza (espero que nunca se compre un pollito porque quizás se lo aplasto sin querer); que tirar agua encima de equipos electrónicos o dejar caer equipos electrónicos al agua es una actividad que perfeccioné tanto, que solo me pasa con los míos; que con zapatos altos, zapatillas, con ojotas o descalza, me resbalo, me tropiezo y me caigo de la misma manera; que yo tenía mas miedo que él de tocar su computadora; que no necesito una escalera de una sala de cine en plena función para caerme rodando y quedar acostada sobre los escalones: lo hago hasta en la escalera de mi casa; que debo tener muchísimos traumatismos de cráneo de los que nunca me enteré porque no fui al centro médico del cerro de ski para que me diagnosticaran, y que no necesito estar sobre la nieve para tener uno: también me pasa en pisos lustrados, en barro, en la arena, en el agua y otras variadas superficies.
Y muy consciente de ser torpe, puedo decir feliz que soy torpe con suerte, porque alguien trata de cuidarme <3

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